"La gente cree que soy una persona bastante extraña. Eso es incorrecto. Tengo el corazón de un niño pequeño. Está en un frasco de vidrio sobre mi escritorio" . Stephen King.

domingo, 6 de septiembre de 2009

El descubrimiento

Nadie podía saberlo y sin embargo, allí estaban, registrándolo todo, revolviéndolo todo.
Había sido muy precavido, no había hablado con nadie de su secreto, jamás había escrito nada que hiciese referencia a ese lugar, nadie podía saberlo, era imposible y sin embargo allí estaban.
Se acercó sigilosamente para intentar ver sin ser visto, observó como cogían los huesos y los guardaban en etiquetadas bolsas blancas, como intentaban descifrar la clave de acceso de su ordenador, como hacían fotografías de cada centímetro cuadrado de laboratorio, como guardaban las probetas, las muestras, las libretas de apuntes.
Pensó que aquello era un castigo por su ineptitud, tenía que haberlo logrado meses antes, años antes, pero era incapaz, sabía que estaba a punto, pero con cada nuevo experimento llegaba un nuevo fracaso. Las arcadas abrieron las puertas del emesis y tuvo que alejarse de allí para no ser descubierto.
Mientras caminaba, pensaba que tendría que comenzar de nuevo, que su trabajo sufriría un retraso, quizás insalvable. Mientras su mente viajaba de pensamiento en pensamiento, se acordó de su viejo laboratorio, en el que había comenzado todo, allí era a donde tendría que volver, al principio, para comenzar de nuevo algo imposible.
Cuando llegó encontró el laboratorio tal y como lo había dejado. Había viejos microscopios, probetas llenas de polvo, antiguas muestras y varias placas de Petri, algunas de ellas, aun con las muestras que había abandonado cuando decidió seguir la nueva vía de investigación.
No tenía más remedio que reutilizar aquel viejo material, y gracias a eso, descubrió algo asombroso.
Tal y como le había sucedido a Alexander Fleming en 1928, el desorden, las prisas y su gran capacidad de observación le habían llevado a descubrir en aquellas viejas muestras, la solución al enigma.
En una placa de Petri, se hallaba la muestra que más cerca había estado de dar resultados positivos, y precisamente eso, había sido lo que le había llevado a abandonar aquel laboratorio y trasladar sus notas y su investigación, al laboratorio secreto que poco a poco había creado en el campus de la universidad.
Qué locura, la casi solución lo había inducido inexplicablemente a alejarse cada vez más de ella, y ahora, aparecía de nuevo debido al otro hecho inexplicable, el descubrimiento de su laboratorio secreto. Pero ya todo daba igual. Por fin había dado con la solución, y al parecer, un hongo, igual al que había ayudado a Fleming a salvar millones de vidas con el descubrimiento de la Penicilina, era en esta ocasión, el que marcaba la diferencia entre un fracaso y un milagro, la vacuna contra el cáncer.

Título: El descubrimiento \ Género: Ficción \ Autor: El Susurrador \ Imagen: Internet (aquí)

10 comentarios:

Sammael dijo...

Ojalá fuera cierto.
un abrazo.

Food and Drugs dijo...

Me ha gustado el relato. Atrapa y tiene la cadencia adecuada. El final es un poco hollywoodiense, pero no del todo descabellado. El ejemplo que mencionas de Fleming es el más paradigmático.
Saludos

Deprisa dijo...

Ojalá encontraran dicho hongo. Aunque todo se andará esperemos.

Un saludo.

Pharpe dijo...

Seguro que algún día será verdad esto que cuentas, gran relato de verdad. Saludos y gran música la que acompaña al blog

Anónimo dijo...

ya, si fuera verdad sería genial!

El Susurrador dijo...

R- Sammael

Todo se andará Sammael, todo se andará.
Aunque para muchos... ya será tarde, pero eso es inevitable y los dos lo sabemos.

Un gran abrazo.

El Susurrador dijo...

R- Food and Drugs

Bueno, como me he retrasado mucho en contestar estos comentarios, decirte ahora que el final dará un giro, creo que, inesperado, ya no tiene mucho sentido.
Un gran abrazo.

El Susurrador dijo...

R- Deprisa

Como le comenté a Sammael, seguro que todo se andará. Para unos será tarde y para otros doloroso, pero también una nueva esperanza para los millones que vendrán.
Un cordial saludo.

El Susurrador dijo...

R- Pharpe

Aunque no lo creas, me satisface enormemente que digas que te gusta mi relato, sobre todo viniendo de un paisano.
Un abrazo de amigo.

El Susurrador dijo...

R- Fresita

No se, no se, te noto un poco incrédula, pero recuerda, los mayores logros del hombre, siempre estuvieron logrados por los soñadores que no cesaron en su continuo intento de evolución.
Muchas gracias por tu visita, un gran abrazo para ti.