
El sacerdote contempló una vez más la iglesia vacía, ahora comprendía su error. Cuando los feligreses le pidieron ayuda para combatir el mal que amenazaba el pueblo, él los animó a rezar, más las oraciones y las plegarias de nada sirvieron en esta ocasión.
Poco a poco los habitantes del pueblo fueron cayendo, primero los hombres, luego las mujeres y los niños, al final los ancianos, la vieja estrategia de cualquier invasión, eliminar primero las mayores amenazas.
Ahora él se hallaba solo, solo ante su Dios, solo ante su fe. Dio la espalda a las bancadas y se postró ante el altar, inclinó ligeramente su cabeza y una oración de súplica comenzó a salir de sus labios.
Escuchó como lentamente se abrían las puertas del templo, había llegado su hora, lo sabía. La temperatura bajo varios grados en el interior de la gran bóveda. Continuó rezando hasta que notó que una terrible presencia estaba a su espalda, pudo sentir el aliento gélido del maligno. Apoyó su mano en el inerte y frío mármol del altar, se incorporó y sin volverse preguntó:
- ¿Quién eres?
- Tu señor todopoderoso.
- Eso es mentira -contestó intentando transmitir una tranquilidad inexistente- ¿por qué ocultas tu identidad?
- Quién yo soy no debe preocuparte, más bien lo que he venido a hacer quizás.
- No temo a la muerte, soy anciano y ya nada puede perturbarme.
- Ahora mientes tu viejo, sé que me temes y sin embargo tu vida no me importa, otra cosa es lo que vengo a buscar, tu fe.
- Lo siento, pero esta batalla la has perdido antes de haberla comenzado, mi fe es más fuerte que tu puño y nada me puedes hacer temer.
- Vuélvete viejo y comprueba porque erras, tu fe he venido a buscar y sin duda en ti la he hallado.
El anciano sacerdote escucho aquellas últimas palabras como si en ellas, hubiese reconocido a un viejo amigo, lentamente se volvió y su cuerpo se estremeció con tanta fuerza, que incluso el frío y solido mármol pareció moverse tras él. Ante sus ojos, la imagen Divina, la mismísima imagen de Jesús de Nazaret, con su castaño pelo ondulado y una inmensa paz en su mirada. La presencia sonrió y susurró al anciano.
- Lo ves viejo, te has vuelto a equivocar, yo nunca miento y… nunca pierdo.
El sacerdote, con la dificultad ocasionada por sus emocionados y temblorosos labios respondió:
- Señor, por un momento… por un momento pensé que todo esto era real, que en este pueblo habitaba en verdad el mal. Ahora sé que todo ha sido una prueba de fe, que mi rebaño está a salvo y que sólo deseáis comprobar mi fe hacia vos.
- De nuevo te equivocas viejo –susurró la presencia- nadie está a salvo, tu tampoco, tu fe te será arrebatada.
Alzo su mano derecha y con fuerza la clavo en el pecho del anciano, arrancándole el todavía palpitante corazón mientras los ojos aun con vida del sacerdote, contemplaban la amable cara de Jesús. Quiso hablar pero ya era imposible, su mente bloqueada destelló una última vez y alcanzó a comprender lo que el señor quiso decirle cuando le anunció, que venía a arrebatarle su fe, pues esta, abandonó su cuerpo incluso mucho antes de que lo hiciese su corazón.
El sacerdote yacía desangrándose a los pies del altar, el mismo altar que había glorificado durante toda su vida y el cual en los últimos años, se había convertido en su única razón de ser.
La presencia caminaba entre las bancadas hacia la tenue claridad de la entrada, a cada paso que daba, su cuerpo y su faz se iban transformando en su verdadero ser. El rostro de Satanás sonreía mientras en su mano, sujetaba uno de sus trofeos predilectos, el corazón de un hombre bueno y la fe, de un sirviente de Dios.
Título: La imagen Divina \ Género: Ficción \ Autor: El Susurrador \ Imagen: Internet
23 comentarios:
Mmm..interesante historia.Me ha gustado,aunque el final no tanto :)
Un abrazo!
guauuuuuuuuuuu me ha encantadoooooo te felicito esta genial genial tiene una fuerza el relato increible...
besitosssssss
a mi me ha dado miedo.
el final es en fin de terror diría yo
pero muy buen relato.
un beso
Me encantó y el final sublime, se dejó engañar por una apariencia nada más. Dice mi abuela se ven caras y no corazones (a ella no la agarran así nomás jajaj)
Un beso
Noe
Estupendo relato Susu, el final para mi ha sido lo mejor.
Saludos
Buen relato. Sigue así.
Saludos.
Brutal.
No recomendada a esfínteres demasiado impresionables.
;-)
Tiene mucha fuerza tu relato...Y el final ha sido espectacular.
Gracias por visitar mi playa, yo, si no te importa, me quedo por aquí.
Muchos besitos.
Qué grato es leer buenos textos!!!
Saludos
R - The Green Magic
Lo más importante de cualquier acontecimiento es su final, de poco importa el comienzo si finalmente todo se tuerce y acaba como el rosario de la aurora.
Incluso cuando el hombre verde se vuelve un hombre rojo, debes pararte o el final será inevitable.
Un abrazo amigo.
R - Elisabeth
Pues muchas gracias de verdad, cuando la comencé a escribir no acababa de convencerme, pero al leerla al día siguiente me gusto y me decidí a publicarla, ahora no me arrepiento.
Un abrazo.
R - Vangelisa
Transmitir miedo es lo que intento, bueno miedo no, eso es más difícil, pero si suspense y si lo consigo, me doy por satisfecho, pues los relatos bullían en mi cabeza hasta que en este blog, encontraron una salida, y ni más ni menos que a una red que los transporta por todo el planeta.
Un abrazo.
R - Noelia
Cuanta razón hay en tus palabras, y cuantas veces nos dejamos engañar por las apariencias. Intentamos que esto no sea así, pero tarde o temprano, por un motivo u otro, siempre caemos en el error de creernos merecedores de poder juzgar a los demás.
Un beso desde Galicia.
R - Eurice
Encantado de que te haya gustado Eurice, si al fin y al cabo, gallegos, valencianos, andaluces, catalanes, argentinos o ...
no somos tan distintos, nos gusta lo inesperado y cuanto más mejor, quizás es que mi mujer es medio Meiga y las ve venir todas de frente, es muy difícil sorprenderla, y a lo mejor eso me ha llevado inconscientemente a desarrollar una habilidad para manipular las historias y no hacerlas previsibles.
Un besiño desde Galicia.
R - @reku (Alexandre Ríos)
Hola Alexandre, estoy deseando que llegue el finde para practicar un poco con el photoshop.
Me alegro de que te haya gustado, es una historia un poco retorcida, me costó cogerle el punto porque a los creyentes no nos gusta mucho los de jugar con ciertas cosas, pero también reconozco que soy un creyente del siglo XXI, quizas un poco atípico, y la ficción es la ficción.
Un abrazo.
R - Food and Drugs.
Meu amigo de Ourense, canto tempo sen comentarnos, alégrome de poder leerte de novo.
¿Brutal? Vale, un momento para aclarar una cosa, que si seguís así me voy a creer de verdad, que mis historias gustan a alguien más que a mí y a mí.
Amigo, unha cordial aperta dende Vilagarcía.
R - Ana
Que si me importa que te quedes, imagínate, te conocí en casa de nuestro común amigo Jose "El sin techo" y me dá que por ahí sólo pasa muy buena gente, pues Jose para eso creo que tiene buenas vibraciones.
Además, después de visitar tu preciosa playa, reconozco que es un orgullo para mi que me visites cuando gustes.
Un beso y bienvenida.
R - 1600 Producciones
Es un autentico placer recibir un elogio de alguien tan conocedor de muy buenas historias. Gracias.
Un cosiña. Tu avatar, al unirlo a la temática de tu blog, siempre me trae a la mente a uno de los grandes (para mi por supuesto) el Sr. Tarantino.
Un abrazo.
Muy bien hilado pero, si me lo permites, el final un tanto previsible.
Un saludo
R - laquesuscribe (o no)
¿Como no te lo voy a permitir? No sólo te lo permito, sino que te lo agradezco si es lo que piensas, los comentarios deben hacerse diciendo la verdad sino de otra manera, nos engañamos a nosotros mismos.
Un abrazo.
Y me alegro que así sea, Susurrador!!
Un abrazo
me palpita el corazon al leer y mira que el ego esta acostumbrado a cosas parecidas pero no tan bien relatadas te felicito ,muy bueno
saludos del ego
Deja vu, yo creo que esto ya lo escribí, pero no sale reflejado y por tanto lo repito, ¿puede que lo dejase en algún otro sitio? Misterios insondables…
Tengo serias dudas de cuál es el lado de la fe, que ha arrancado más corazones a lo largo de la historia, los protectores del bien o los seguidores del mal.
Muy buen relato.
Publicar un comentario