Cuatro años, seis horas, dieciocho minutos. Ese era el tiempo exacto que llevaba esperando este momento, y no porque desease que llegase, sino más bien por todo lo contrario, su alma, sobre todo su alma, aguardaba que este momento no llegase jamás.
Casi sin darse cuenta, ya habían transcurrido cuatro años desde aquel accidental encuentro con el Señor oscuro, un encuentro en el que se vio obligado a utilizar todas sus dotes de ingenio para convencerlo, convencerlo de que podía serle mucho más útil en esta vida que en la otra.
Cuatro años en los que con exagerada regularidad, le había estado entregando inocentes almas a cambio de mantener la suya propia. Pero aun así, a pesar de haber cumplido fielmente su parte del pacto, la insaciable voracidad de aquel oscuro ser lo llevaba a querer cobrar lo que ahora reclamaba como suyo.
Esta vez, nada pudo hacer para convencerlo. El diablo abrió su boca y en medio de un nauseabundo olor a putrefacción, el alma del doctor fue devorada por la negrura de la muerte.
Al día siguiente, la clínica de abortos ilegales cerraba sus puertas por defunción.
Título: El pacto \ Género: Ficción \ Autor: El Susurrador \ Imagen: de (aquí)
12 comentarios:
Interesante el enfoque mefistofélico, Susurrador susurrante...
los mandaderos siempre son mala gente hacen daño e igual terminan mal!!
Me gustó tu relato
Cariños
Noe
R- Laquesuscribe
Puede ser que si quedase un poco mefistofélico, los dos personajes son casi idénticos, el diablo y el diablo en su versión humana.
Gracias por tu comentario, un abrazo.
R- Noelia
Algunos de los que terminan mal, era mejor que no comenzasen jamás. Pero el ser humano vive entre dos mundos, el ying y el yang.
Un abrazo y gracias por pasarte.
Tremendo, compadre.
alucinante... es difícil cambiar las reglas luego de "firmar" un pacto ...
Salud!
R- Barbie Murano
Tremendo si, sobre todo la parte que más se asemeja a la realidad.
Gracias por pasarte.
Un beso.
R- Enrique Perez
Y sin embargo siempre nos empeñamos en cambiarlas, primero firmamos alegremente pensamos que hacemos un gran pacto y luego, le vemos las orejas al lobo y queremos modificar lo que no tiene marcha atrás.
Un abrazo.
El ser oscuro del que versa el relato es ciertamente un incordio de sujeto. Yo espero que cuando venga a por mí, se vaya con las manos vacías, pero claro, otros no opinarán lo mismo.
;-)
Hola Susurros hay premios para vos en mi blog, si te gustan los llevas y sino no problem
cariños
Noe
R- Food and Drugs
Comparto tu opinión pero... este no es de los que se va así, sin más ¿pensaste que pacto harías con él?
Le podemos ofrecer, no sé, que te parece a los del tiro en la nuca. por poner un ejemplo.
Un gran abrazo amigo.
R- Noelia
Que si me gustan, mujer, que es la primera vez que me dan un premio. Pues claro que los acepto gustosamente, además siempre serán especiales entre los demás (si llegan y sin querer ser presuntuoso) pues como digo, son los primeros y eso no debo ni quiero olvidarlo.
Esta misma tarde me paso a recogerlos.
GRACIAS y un besito desde Galicia.
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