"La gente cree que soy una persona bastante extraña. Eso es incorrecto. Tengo el corazón de un niño pequeño. Está en un frasco de vidrio sobre mi escritorio" . Stephen King.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Demencia narcótica

Lo acechaba. Lo ahogaba. Le absorbía su existencia.
Tenía que escapar. No podía vivir toda la vida con aquella presión.
Algunos días, sentía que no le dejaba oxigeno suficiente para sobrevivir.
No podía más. Tenía que acabar con esa situación.
En cuanto estuvo cerca, cogió el cuchillo y se lo asestó. Una vez, diez veces, cien veces…
Necesitaba descansar.
A la mañana siguiente fue volviendo en sí. Tenía frío. Estaba tendido en el suelo de la cocina pero no recordaba nada de lo sucedido.
Tenía las manos manchadas de sangre. El suelo, las paredes… todo era rojo sangre.
Se intentó incorporar y la vio en el pasillo. Sin fuerzas cayó de nuevo en el mismo lugar.
Intento recordar, aclarar sus ideas. Le faltaba el aire. La angustia le apretaba el corazón como una mordaza.
Vagamente recordaba cuando el terapeuta se lo había avisado.
Vagamente recordaba cuando habían empezado las alucinaciones.
Su cabeza giraba como una peonza en una espiral infinita.
Ella le había suplicado. Le había rogado. ¡Le había ayudado!
Él en cambio, la había matado.
Recordó su infancia, a sus amigos, a su familia, a su esposa… que ahora yacía tendida en un oscuro reflejo de sangre coagulada.
Recordó cuando las drogas habían entrado en su vida y cuando él, les había abierto las puertas de su frágil mente.

Título: Demencia narcótica \ Género: Ficción \ Autor: El Susurrador \ Imagen: Internet (modificada por El Susurrador)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

no me gustaria ser tu esposa

Sammael dijo...

buen relato.
un abrazo.

Fiebre dijo...

El último caso de este tipo aquí, no fue tan sangriento.

Se peleaban por una dosis y sin querer matarla la empujó por la ventana.
Sólo quería su papelina.

Nieves Gómez Feliu dijo...

Un relato desgarrador, y sin embargo, ocurre todos los dias en algún lugar, debería ayudarnos a reflexionar qué está pasando.

Tesa dijo...

Este relato sirve como principio de algo más elaborado ...ya sabes, como para empezar un segundo capítulo titulado "diez años antes" o algo así.

Un saludo

Urko dijo...

Las drogas son lo más terrorífico y sangriento que le puede suceder al ser humano.

Lo mejor es cerrarles siempre las puertas.

El Susurrador dijo...

R- Urko

Así es amigo mío. Es un tremendo problema al que parece que no se le quiere buscar solución. Debería haber un estudio real y limpio que dijese si hoy por hoy, es conveniente que sigan ilegalizadas o es mejor dispensarlas en farmacias para llevar un mejor control y acabar con el narcotráfico.

Un abrazo.