"La gente cree que soy una persona bastante extraña. Eso es incorrecto. Tengo el corazón de un niño pequeño. Está en un frasco de vidrio sobre mi escritorio" . Stephen King.

domingo, 16 de agosto de 2009

Angelita

Manolo, el marido de Angelita, se había ocultado en el Monte Meda el mismo día en que la Guerra Civil llamaba a las puertas de la comarca del Salnés. Nunca había regresado, y Angelita había vivido sola desde entonces. Toda una vida.
Después de muchos años, seguramente demasiados, Angelita se convenció de que Manolo jamás volvería, y había volcado su vida en sus dos grandes pasiones, la costura y sus mascotas. Tenía tres gatos y cuatro perros, que aunque no eran muy grandes, ocupaban buena parte de su tiempo.
Desde hacía algunos años, Angelita, ayudaba también en la asociación protectora de animales. Colaboraba en los mercadillos benéficos, y de cuando en vez, ayudaba a limpiar las jaulas de la perrera, que por casualidades de la vida, estaba ubicada en el Monte Xiabre, muy próximo a Meda, el monte en donde había desaparecido su Manolo.
En el mes de agosto de 2009, En Vilagarcía de Arousa coincidiendo con la semana grande de las fiestas, coincidieron también tres días festivos seguidos, La Asunción de María, el descaso dominical y San Roque, por lo que el personal de la protectora, se encargó de dejar desde el viernes, comida y agua suficiente para los tres días. Angelita estuvo echando una mano, e insistía en que con aquellas temperaturas, el agua no llegaría hasta el martes.
Finalmente, las tres mujeres que allí se encontraban, decidieron volver a sus casas, no sin antes comprometerse Angelita a pasarse por allí esos días, y dejar así liberada, con motivo de las fiestas, a la joven que normalmente hacía esa función.
El martes a primera hora, fue precisamente la joven encargada la que abrió la perrera, la imagen que encontró fue aterradora, había sangre y restos por todas partes, fue siguiendo el rastro y de pronto la vio, Angelita yacía tendida en el suelo, en una esquina de la jaula grande.
Abandonó el lugar de manera descontrolada, incluso algún perro listo aprovechó la ocasión para salir a corretear por el monte. Mal como pudo llamó a la presidenta de la protectora de animales, y esta a su vez, a la policía, a protección civil y a una ambulancia.
Cuando los primeros efectivos llegaron al lugar de los hechos, no pudieron contener la grima y el asco que producía aquella dantesca imagen. Junto al cuerpo de Angelita, se podían ver los restos de órganos, trozos de hueso, otros huesos completamente limpios de carne, algunos incluso devorados hasta la médula.
Los médicos del 061, se acercaron al lugar donde yacía Angelita, con sumo cuidado y precaución la ayudaron a levantarse del suelo, su boca y su pecho estaban llenos de sangre y restos de animales. Estaba completamente ida.
Era cerca de la una del mediodía, cuando la presidenta de la protectora y su joven colaboradora habían terminado de limpiar la jaula. Seis eran los canes que habían sido degollados y devorados por Angelita, con la más que inevitable colaboración de los otros habitantes de la jaula.
Los médicos, solo pudieron achacar a un inesperado golpe de calor, y a la falta de agua, la repentina perturbación de la anciana.

Título: Angelita \ Género: Ficción \ Autor: El Susurrador \ Imagen: Internet (www.taringa.net)

6 comentarios:

Deprisa dijo...

Es...siniestro. Mucho. Si es ficción es genial, si es realidad terrible :s

El Susurrador dijo...

Ficción!.
Para ser francos, si lo extrapolasemos a fecha de hoy, los hechos se descubrirían exactamente hoy martes día 18 de agosto.
Todavía le estoy dando vueltas al diseño del blog, no al diseño definitivo, pues me gusta ir cambiando de vez en cuando. Por eso estoy mirando incluir una especie de guía con cada post.

Anónimo dijo...

vaya historia!

Urko dijo...

Tremenda historia, y tremenda Angelita. Buen relato.

El Susurrador dijo...

R-Vangelisa

Al igual que ese gran monstruo llamado Stephen King, estos primeros relatos los estoy ambientando en los alrededores de donde yo mismo vivo, las localizaciones y los nombres de los montes y lugares, son completamente reales, y con esa base, moto yo esta y otras historias.

Un abrazo.

El Susurrador dijo...

R- Urko

La verdad como explicaba antes, monte la historia con dos casos bien conocidos por mi. Uno la situación y la manera de trabajar de la perrera municipal, la otra, una vecina anciana que tuvieron que ingresar debido a su complicado estado de salud mental.

Un gran abrazo.